sábado, 27 de abril de 2013

El Príncipe de Egipto, una película obligatoria.


Hoy me presento aquí hablándoos de una de las películas que más marcó mi infancia y que, aún hoy, me sigue poniendo los pelos de punta: El Príncipe de Egipto (Prince of Egypt, que es el título original), de Dreamworks.

Lo primero que hay que decir, es que esta película está basada en un pasaje del Libro del Éxodo. Relata la vida de Moisés (el nombre significa salvado de las aguas, por cierto) desde que es depositado en el río por su madre hasta que conduce a los hebreos a la Tierra Prometida. Y... He de decir que, ya seáis creyentes o no, es una película que merece la pena ver, ya sea por la fuerza de la historia, por el mensaje que transmite o simplemente por todo el trabajo tanto de música como de trazo (cuatro años tan solo para hacer los dibujos del momento en el que se abren las aguas) que tuvieron que sufrir los trabajadores de Dreamworks. Además, he de decir que, gráficamente, es una de las películas de dibujos más bonita que he visto, compartiendo el primer puesto en el ránking de mi lista de películas animadas favoritas con La Ruta hacia el Dorado (The road to El Dorado).

Antes de nada: VED. LA. PELÍCULA. No toda gira en torno a Dios, y sus superpoderes misteriosos. Moisés era un hombre normal como otro cualquiera, (mmm... con un báculo mágico que se convertía en serpiente y que llenaba de sangre el Nilo, no lo niego) con sus miedos y bla, bla, bla. Huyó de su casa (osease, renunció a ser príncipe del reino más poderoso de la Tierra), y luego volvió a enfrentarse a su hermano, que, para más INRI, era el faraón. En cierto modo, se parece un poco a nuestro amigo Simba, solo que el grado de epicness es mucho mayor. 

(Aquí va un spoiler del Rey León, pero bueno, lo pongo por puro trámite: Todos hemos visto El Rey León, ¿no?) 

Simba huye porque se siente culpable, pasa años tratando de olvidar su pasado hasta que llega Rafiki, y hace que se le aparezca su padre. Entre los dos, le hacen entrar en razón y al final vuelve para enfrentarse a su tío Scar, el rey. Hay muchas similitudes entre ambas películas, aunque en El Rey León nadie abre el Mar Rojo en dos. 

Volviendo con Moisés: Voy a comenzar por daros algunos datos curiosos de la película (ya que, como habéis podido comprobar, lo que son los datos técnicos, no me gustan demasiado): En principio, y como la mayoría de las pelis de dibujos, es musical. Pero, ¡atención!, que este largometraje, aunque sea animado y para todos los públicos, no es ni mucho menos fácil de entender para los niños, y las canciones, menos.
Se abren las aguas

Fue estrenada en 1998, así que llevo toda mi vida viendo ésta película (tengo la original en video. Soy muy antigua.) una y otra vez sin parar, y me parece que la cinta ya no dará mucho más de sí. O sea, que desde aquí, puedo confirmar que cuando era pequeña, no entendía ni la mitad de las cosas ni símbolos que los señores (y señoras) guionistas y dibujantes de Dreamworks plasmaron en la película. Sin embargo, ahora la veo, y muchas de esas pequeñas ironías y detalles que un niño no llega a comprender, aparecen como por arte de magia. Como si nunca hubieran estado ahí y la película se hubiera ido reinventando a lo largo de los años.

La banda sonora, cómo no, fue compuesta por... HANS ZIMMER, y como bonita y dulce curiosidad, quién interpretó en la canción Deliver Us, a la madre de Moisés, fue Ofra Haza, que, no solo cantó la letra en el idioma anglosajón, sino que grabó la misma canción en todos los idiomas a los que se tradujo ésta película (ya me parecía a mí que el acento de la madre no era español). Incluso dobló dos versiones diferentes cuando se tradujo a nuestro idioma: Una versión  en latino y una en castellano.

Pero la canción que realmente me pone la piel de gallina y que siempre lo hará, es When you believe. El videoclip y el momento de la película en el que se canta, ayudan mucho a que esta sea mi reacción, y supongo si a eso añadís que he crecido viendo ésta película y la canción me la se de memoria desde que era un moco, es comprensible que cada vez que la oiga comience a llorar como una magdalena.



Así que, en resumen: Esta película cuenta con buena música (sobrecogedora, a decir verdad), la historia, a pesar de que la conozcamos todos, es superior, y, al menos en castellano, con muy buenos actores de doblaje.  ¡Y por que sea un pasaje bíblico, no tenéis que negaros a verlo! De verdad, que hay personas que me ponen enferma conque no ven la película porque no creen en Dios. Bien. Como siempre os digo, despertad vuestras cabecitas, y abrid vuestras mentes, porque si no la veis, merecéis un golpe de remo. Lo digo en serio.

El trailer, más épico que el de muchas películas realizadas con actores de reales:






Y sin más, aquí termino: 
¡Que vuestras cabecitas siempre permanezcan despiertas!




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